06 febrero 2006

Recuerdos del preterito imperfecto

Debe ser que me estoy volviendo viejo, o quizá sea solo que me estoy quedando sin hormonas, que viene a ser lo mismo, pero la memoria me hace creer que cualquier tiempo pasado fué mejor y la razón no me da razones para creer en un futuro mejor, sino cada vez mas complejo, mas dificil y sobre todo para mi mas dificil de entender. Por eso últimamente, y cada vez mas, no trato tanto de entender ni de juzgar sino solo de sentir. Mi relación con el exterior, mi relación entre mi "yo" y lo que percibo o imagino del "no yo" procuro simplemente basarla en cómo lo siento y no trato de entenderlo y mucho menos de cambiarlo. Eso no es siempre fácil pues la cantidad de estímulos que te llegan en todo momento y que te empujan a rebelarte a lo imposible es enorme ......

Recuerdo un viejo pupitre de madera, y dentro se preparaba un pequeño altar con una estampita y con florecitas en los meses de Mayo. Fuera, en el pupitre, había un agujero para el tintero de loza donde se mojaba la plumilla "El Gallo" clavada en el palillero, y que el cura con un tintero enorme rellenaba a traves de un tubito de vidrio acodado por donde salía la tinta y otro tubito recto por donde entraba el aire en la botella. Con pluma y plumilla empecé a hacer palotes a los cuatro años, vestido con un baby, que me daba mucha vergüenza pues era igual que el de las chicas... Luego se inventó el bolígrafo BIC (que entonces venían de Francia, como el Duralex y las sopas de sobre) pero estaba prohibido usar bolis porque no servían para las clases de caligrafía. En España las sopas solo eran de cubitos y las farolas de la calle de mi colegio eran de gas y todos los días pasaba un farolero con un palo con lumbre en la punta encendiendolas ... Los polos se vendían en dos versiones: los de hielo por 40 centimos, cuatro perras gordas, y los llamados de leche que eran mas caros. De los de hielo los mejores eran los de limón y eran los que primero se acababan junto con los de naranja y al final solo quedaban los de menta y unos morados que creo que eran de frambuesa (malísimos). Si les dabas un buen sorbido les chupabas la sustancia y se quedaban blancos de hielo, de ahí su nombre ... El 2 de Mayo era Fiesta porque el Alcalde de Móstoles había sublevado a los patriotas contra los franceses en la guerra de la independencia. Además un cura nos habló un día de los héroes de Cuba y Filipinas. Yo conocí a un último de Filipinas que era muy viejo y no le gustaba nada hablar de aquello. Parece ser que era el que tocaba la corneta en el cuartel, y los filipinos los asaltaron y mataron a todos en la batalla y luego le encontraron a él vivo con su trompeta debajo de un montón de muertos, y en lugar de matarle pues le enviaron a España...

Bueno, el caso es que no se cómo, aprobé a lo 10 años mi primer examen serio, que fué el ingreso en el Bachillerato. Fué un examen oral, yo solo, valiente y torero delante el tribunal, tres curas, enfundados en sus tres severas sotanas, tras sus tres mesas, y las tres mesas subidas en tres tarimas, mirandome desde arriba y yo mirandoles a ellos desde abajo...

La primera mesa me examinó de Lengua (Española, por supuesto) pero ese año en la clase de lectura ya habíamos leido entre todos en la clase una version para niños de El Quijote y estudiado poco a poco un librito con lo que yo creí que eran cientos de miles de palabras bien escritas y que se llamaba Ortogafía, así que no tuve ningún problema.

La segunda mesa era geografía y me tocó identificar unos países de America del Sur en un mapa colgado en la pared.

La tercera mesa, de matemáticas, despues de unas preguntas de quebrados y de resolver en la pizarra una regla del 3, el bendito cura tuvo la mala idea de coger de la caja de sólidos geométricos una esfera y meterla dentro de una corona circular y preguntarme que qué era aquello... Ah! pobre de mí! todavía no había visto a Saturno y aquello me supo a cuernos quemados....

Otro día seguiré con vaya Vd a saber qué.

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